El Cine en Colombia
Entre la Creatividad Narrativa y los Retos del Nuevo Ecosistema Digital.

El cine colombiano ha transitado un camino lleno de desafíos y evolución creativa. Desde sus primeras producciones hasta su consolidación en festivales internacionales, la narrativa cinematográfica en Colombia ha pasado por un proceso de maduración que ha dado lugar a obras memorables. Sin embargo, en la era del streaming y la explosión de los creadores de contenido, el cine enfrenta nuevos retos en términos de producción, distribución y reconocimiento de los verdaderos autores audiovisuales.
Una Narrativa con Identidad
El cine en Colombia se ha caracterizado por una búsqueda constante de identidad. A lo largo de las décadas, las producciones nacionales han explorado desde el realismo crudo del conflicto armado hasta relatos íntimos que reflejan la idiosincrasia del país. Películas como La estrategia del caracol (1993), El abrazo de la serpiente (2015) y Monos (2019) han demostrado la capacidad de los cineastas colombianos para construir historias con profundidad estética y argumental, posicionándose en el escenario internacional.
Sin embargo, la industria audiovisual sigue luchando contra limitaciones económicas, falta de apoyo gubernamental y la dificultad de encontrar distribución en salas de cine, lo que ha llevado a muchos creadores a explorar otras plataformas.
Streaming: Una Oportunidad con Riesgos
El auge del streaming ha permitido una mayor visibilidad del cine colombiano en plataformas globales como Netflix, Amazon Prime y MUBI. Esto ha significado que más películas nacionales lleguen a una audiencia internacional, superando barreras geográficas y brindando nuevas oportunidades a los cineastas independientes.
No obstante, la transición al streaming también plantea riesgos. Muchas veces, los algoritmos priorizan producciones con temáticas comerciales o narrativas convencionales, dejando fuera obras más experimentales o comprometidas socialmente. Además, la monetización en estas plataformas no siempre es justa para los creadores, ya que las ganancias suelen concentrarse en las grandes productoras.

Creadores de Contenido vs. Cineastas: ¿Una Confusión Peligrosa?
En la era digital, el término “audiovisual” se ha diversificado. La facilidad de acceso a herramientas de grabación y edición ha permitido que cualquier persona pueda producir y distribuir contenido, lo que ha llevado a la confusión entre creadores de contenido y cineastas. Aunque ambos desempeñan un papel importante en el ecosistema digital, sus objetivos y metodologías son fundamentalmente distintos.
Diferencias Claves
Cineastas
- Formación: Generalmente poseen estudios en cine o comunicación audiovisual.
- Narrativa: Construyen historias con guiones, desarrollo de personajes y profundidad dramática.
- Producción: Utilizan equipos profesionales, trabajan con actores y cuentan con dirección de arte.
- Distribución: Pasan por festivales, salas de cine y plataformas de streaming con un proceso curado.
- Propósito: Buscan contar historias con impacto cultural y artístico.
Creadores de Contenido
- Formación: Pueden ser autodidactas y aprender en plataformas digitales.
- Narrativa: Se centran en tendencias virales, entretenimiento inmediato o información concisa.
- Producción: Pueden grabar con smartphones, sin necesidad de una producción elaborada.
- Distribución: Publican en redes sociales como YouTube, TikTok e Instagram sin filtros editoriales.
- Propósito: Enfocados en generar engagement y monetización rápida.
Si bien los creadores de contenido han democratizado la producción audiovisual, es importante no desdibujar la labor de los cineastas. La cinematografía requiere un nivel de compromiso narrativo y técnico que va más allá de la inmediatez del contenido digital.
El Futuro del Cine Colombiano
El cine en Colombia sigue creciendo en medio de estos desafíos. La digitalización ofrece herramientas para que más cineastas independientes lleven sus obras al mundo, pero también exige una mayor diferenciación y estrategias para garantizar que la esencia narrativa no se pierda en la vorágine del consumo rápido.
Es crucial que el público y la industria reconozcan el valor del cine como un arte que requiere tiempo, formación y visión. Al mismo tiempo, el Estado y el sector privado deben reforzar su apoyo a la producción cinematográfica para garantizar que las nuevas generaciones de cineastas no se vean eclipsadas por la masificación del contenido digital efímero.
El cine colombiano no debe ser una moda pasajera, sino una expresión cultural que trascienda el tiempo y las plataformas.